Aislamiento Térmico
En una casa mal aislada las perdidas de energía son máximas en invierno. Alrededor de un 25% del calor se pierde por el tejado, otro 35% por los muros, 10% por los vidrios, 10% por el suelo y el 20% restante se reparten entre la renovación del aire y los puentes térmicos.
Mediante la reducción de las pérdidas de energía, no solo ahorramos energía sino que además se mejora el confort interior. Para alcanzar mayor confort es mucho más efectivo aislar las paredes que aumentar la temperatura de consigna del termostato. Con un buen aislamiento, la temperatura de las habitaciones se mantiene constante y uniforme, produciendo una sensación de confort y calidad ambiental, a la vez que los sistemas de climatización, al alcanzar la temperatura del termostato, se apagan regulando así de una forma eficiente y económica.