Una vivienda con aislamiento térmico ahorra 400 euros al año en la factura de la luz
En España solo un 1% de las viviendas presenta una calificación A en su certificado energético y un 16% obtiene una calificación entre A y D
El 1 de junio se cumplieron 3 años desde la entrada en vigor de la obligatoriedad de que en todos los procesos de compraventa o alquiler de viviendas se emitiese un c ertificado de eficiencia energética. Esta etiqueta evalúa el nivel de excelencia del comportamiento energético de la viviendas en función de siete niveles comprendidos entre la A y la G.
Lamentablemente en España sólo un 1% de las viviendas se encuentran en el nivel A, el de máxima excelencia. El 16% se sitúa entre la A y la D y el resto se encuentra por debajo de la D. En España existen unos 25 millones de viviendas, según el Censo de Población y Vivienda, y casi la mitad de ellas se construyeron antes de 1979 por lo que, si no han sido reformadas, sufren un estado de “ruina energética”.
Disponer de un buen aislamiento energético es importante ecológicamente hablando pero también para la economía familiar porqué puede reducir en hasta 400 euros al año la factura de la luz, según datos de Danosa, empresa especializada en impermeabilización en edificaciones.
Danosa recuerda que los edificios residenciales copan el 20% del consumo total de energía y el 99% de sus viviendas sufre “pérdidas innecesarias de calor en invierno”. De esta forma, incorporar aislamiento térmico en las viviendas puede generar un ahorro energético que reduzca hasta un 50% el gasto en electricidad, lo que, según datos de la empresa, equivale a unos 400 euros de la factura luz anual.
El tejado es el punto en el que se registran los principales ‘puntos de fuga’ de calor de las viviendas en invierno en casi una tercera parte (el 30%) de los casos. Después se sitúan los muros (un 25%) y los huecos de puertas y ventanas (20%).
Los tejados de madera con protección térmica elevan la temperatura
Las casas rurales, especialmente preocupadas por la factura de energía durante los meses de frío, pueden combatir el gran punto de fuga energético con una cubierta de madera aislada térmicamente.
Segun Danosa, con esta construcción se puede elevar la temperatura del techo de una casas rural, cabaña o buhardillas entre 6ºC y 8ºC. En concreto, estas planchas aislantes se colocan entre los rastreles principales del tejado (listones donde luego sujetar las tejas), aportando una protección térmica a las construcciones de madera que permite tener una temperatura de los techos prácticamente igual a la temperatura interior de la vivienda.
Por ejemplo, si una vivienda está a 20º en el interior y en el exterior se registra una temperatura de 0º, el tejado puede tener una temperatura en la parte interior entre 12 y 14º. Para compensar esta temperatura baja en la parte del techo la calefacción extra que se necesita es de unos 5º más del termostato. Si estos grados se multiplican por cerca del 7% de gasto extra en calefacción que supone aumentar un solo grado la temperatura interior, el gasto total de más puede alcanzar hasta el 35 %.